«El Alzheimer es una enfermedad que aún no tiene cura, pero se puede prevenir y con una detección temprana, retardar e incluso evitar su desarrollo», dijo el Dr. Ricardo Maccioni, neurocientífico, que junto a su equipo, son los creadores de la tecnología Alz – tau® , la que constituye una innovadora herramienta de apoyo a los especialistas para el diagnóstico temprano de la Enfermedad de Alzheimer (EA). Este biomarcador es una valiosa ayuda en el diagnóstico en pacientes sintomáticos, y si bien no es un diagnóstico de la enfermedad en unas fase preclínica si constituye una señal de cuidado sobre eventuales riesgos Es decir, un valor positivo en una persona asintomática puede ayudar a adoptar medidas preventivas para mitigar posibles efectos si la enfermedad se presenta. Esas medidas son la “Prevención de la Enfermedad de Alzheimer”. Un cumulo de publicaciones científicas avalan esta vía, algunas de las cuales se resumen el paper de Guzman et al. (2021) J Alzheimers Dis. 2021;82(s1):S51-S63. doi: 10.3233/JAD-201059.
Se estima que en el mundo hay 50 millones de personas con Alzheimer (EA) u otras demencias, y que, debido a la pandemia y las medidas de confinamiento requeridas por la crisis sanitaria, esta cifra se ha elevado bastante. De hecho, estudios indican que el confinamiento prolongado podría aumentar el riesgo de incrementar el deterioro cognitivo en adultos mayores de 65 años o contraer algún trastorno neurodegenerativo.
Maccioni explicó que, afortunadamente, «la acción de genes que confieren susceptibilidad a enfermedades -como el Alzheimer- puede mitigarse con estilos de vida saludables, ejercicio físico, una nutrición equilibrada, evitando moléculas dañinas a la salud y drogas, así como practicar durante el ciclo de vida el envejecimiento activo».
En concreto, las sugerencias para un camino a seguir constan de siete ejes claves:
Ejercicio físico: se ha demostrado que su práctica protege contra los procesos neurodegenerativos. Se recomienda el ejercicio aeróbico moderado de 20 minutos/día como mínimo; una caminata es suficiente para personas mayores.
Actividad intelectual: actividades de estimulación cognitiva, además de leer, hacer puzles, sudokus, trabajar con softwares para ejercicio mental, e incluso, sacar las cuentas diarias de forma mental, contribuye a un envejecimiento activo.
Vida social activa y empatía: conversar con otros, incluso a través de plataformas como Zoom y/o el teléfono, estimula el cerebro. También se ha demostrado que la compasión y la empatía, mejoran la actividad cerebral.
Uso de nutracéuticos: consumir formulaciones nutracéuticas con principios bioactivos ricos en polifenoles, antocianinas y flavonoides. Entre éstos huminas y ácidos húmicos como ácido fúlvico, vitaminas del complejo B, curcumina, romero que contiene ácido rosemarínico y otros. Estos compuestos están en los alimentos, pero para las personas mayores se sugiere su consumo mediante un suplemento alimenticio.
Meditar: se demostró científicamente de acuerdo a los estudios de la Dra. E. Blackburn Premio Nobel de Medicina por estos hallazgos, que el «Mindfulness» frena el acortamiento de los telómeros (extremos de los cromosomas) demostrando una acción eficaz, no invasiva y no tóxica, en controlar el envejecimiento, contribuyendo además a disminuir los riesgos de adquirir la enfermedad de Alzheimer.
Alimentación saludable: llevar una dieta mediterránea, evitando el consumo de carnes rojas, grasas y otros excesos como el alcohol y las drogas.
Prácticas orientales de la medicina china: Entre éstos el QGong (o Chi Kung) son altamente recomendados
Gráficamente, se pueden trabajar distintos factores que ayudarían a prevenir Alzheimer o a mitigar sus efectos en los seres humanos. El Dr. Maccioni ha consagrado sus estudios en los fundamentos científicos y evidencia médica, hacia la búsqueda de soluciones reales y prácticas que permitan a las personas aplicar estas medidas preventivas, para un envejecimiento más saludable y mejor calidad de vida. Esto es válido para de pacientes con Alzheimer, así como sus cuidadores.
Fuente: Paper Guzman et al (2021)
Se ha demostrado que su práctica estimula la producción en el cerebro de factores tróficos como BDNF y el NGF que ayudan los procesos de conectividad neuronal y la plasticidad sináptica, y protege contra los procesos neurodegenerativos. Se recomienda el ejercicio aeróbico moderado; una caminata diaria es suficiente para personas mayores.
Leer, hacer puzles, sudokus, trabajar con softwares para ejercicio mental, e incluso, sacar las cuentas diarias de forma mental, contribuye a un envejecimiento activo. Existen en el mercado estimuladores táctiles que ayudan a ejercitar la mente a través del trabajo digital sensorial, uno de ellos es el BrainPath, certificado por la FDA
Se encuentra en desarrollo una plataforma online basada en el software para ejercicios cognitivos, ACTIVAMENTE® desarrollado por la psicóloga Alejandra Sekler, el cual permitirá a las personas trabajar en sesiones programadas de menor a mayor dificultad, para mantener su mente activa y con trabajo frecuente.
Mantenerse integrado a grupos familiares o de amistades, conversar con otros, incluso a través de plataformas como Zoom y/o el teléfono, estimula el cerebro. También se ha demostrado que la compasión y la empatía, mejoran la actividad cerebral. Interactuar con niños, que son una fuente inagotable de preguntas.
Uso de nutracéuticos:
Existen en el mercado nutraceúticos con estudios de respaldo en cuanto a los beneficios de sus componentes, consumir probióticos como ácidos húmicos, vitaminas del complejo B, curcumina, ácido rosemarínico y otros. Estos compuestos están en los alimentos, pero para las personas mayores se sugiere su consumo mediante un suplemento alimenticio.
Se demostró científicamente[1] que el «Mindfulness» frena el acortamiento de los telómeros (extremos de los cromosomas) demostrando una acción eficaz, no invasiva y no tóxica, en controlar el envejecimiento, contribuyendo además a disminuir los riesgos de adquirir EA.
Otras terapias de control del stress como Chi kung ó Qigong, utilizadas por culturas milenarias para control de la ansiedad y manejo del stress han probado ser de mucha utilidad para todo tipo de personas, especialmente en el actual contexto cultural y social de cambios constantes.
Cristian Vilches (Taller Chicun), Fono: +56 9 66292035, https://www.instagram.com/xin.medicina/
Mariana Berenstein (Mindfulness), Fono: +56 951184510
Alejandra Vivanco (ORYOKI Mindfulness orientado a la alimentación), Fono: +56 983606692, https://www.instagram.com/oryokicl/?hl=es
Optar por una alimentación balanceada, llevar una dieta mediterránea, evitando el consumo de carnes rojas, grasas y otros excesos como el alcohol y las drogas. El hierro también puede producir oxidación que produzca un desgaste neuronal, por lo cual se sugiere (salvo en casos de personas que sufran anemia) evitar las comidas que generen este aumento de hierro en el organismo. Alimentos como el Ajo, Frutos Secos, Berries, Salmon (por el Omega 3) entre otros.
De la misma manera, el te verde es un buen catalizador del hierro en la alimentación.
Se recomienda consultar con un especialista para definir su equilibrio en la dieta.
[1] https://www.nobelprize.org/womenwhochangedscience/stories/elizabeth-blackburn